MODELO DE ORIENTACIÓN COGNITIVO CONDUCTISTA


Una vez visto el modelo Humanista de Carls Rogers, vamos a ver el modelo Cognitivo Conductista, el cual tiene unas características muy diferentes al modelo anterior.

Este modelo no se centra tanto en los sentimientos, en el pasado... sino que su principal interés es la conducta, y es sobre lo que va a centrar su intervención.

La conducta: Está producida por los procesos mentales subyacentes.

En este modelo aparecen una serie de "modificadores" de la conducta que son los siguientes:


  • Refuerzo positivo: consiste en apoyar el estar haciendo bien una tarea y las conductas positivas. Un ejemplo de ello puede ser el asentimiento o la reformulación que tenía lugar en Rogers.
  • Refuerzo negativo: consiste en quitar algo que está incomodando en un momento determinado
  • Castigo negativo: consiste en la ausencia o retirada de un estímulo agradable, un ejemplo de ello sería "si llegas tarde a terapia no te atiendo".
  • Castigo positivo: se da un estímulo desagradable cada vez que hacemos una conducta que se presente eliminar o reducir. Un ejemplo de ello podría ser hacer un gesto de desaprobación o de resistencia frente al cliente, para que éste se de cuenta de que no está haciendo las cosas bien.

¿QUÉ RELACIÓN EXISTE EN LA REALIDAD ENTRE EMOCIÓN, CONDUCTA Y PENSAMIENTO?

El pensamiento siempre viene antes de la emoción, ese pensamiento que nos viene a la cabeza es el que de alguna manera provoca en nosotros una respuesta u otra.

Lo interesante de este modelo es que los pensamientos irracionales son un hábito de pensamiento, es decir, nos acostumbramos a penar así, de una manera determinada. Lo complicado es que consigamos cambiarlos, pero lo positivo es que sí es posible cambiarlos.

Solemos pensar siempre todo lo que hacemos mal y generalizar, mediante distorsiones cognitivas, o lo que es lo mismo, pensar "siempre lo hago mal", "soy un desastre", "jamás aprobaré"... fijándonos únicamente en todo lo que hacemos mal y sin prestar atención a todo lo que hacemos bien.

La clave de este modelo está en que ayudemos al cliente a que vea por qué ese pensamiento es irracional. Para ello, hay que escuchar mucho al cliente y llegar al principio de la experiencia para que se dé cuenta de que si puede vivir sin él.

Para poder solucionar el problema, en primer lugar, el cliente tiene que conseguir darse cuenta de qué es lo que le pasa, en segundo lugar, tiene que ver que tiene pensamientos irracionales y por último, cambiar esos pensamientos irracionales por nuevos pensamientos racionales y realistas. Por consiguiente, para poder llegar a cambiar esos pensamientos, hay que afrontar las cosas e identificar qué es lo que nos está impidiendo que lo afrontemos, ya que si evitamos las cosas es cuando se crean las fobias.

Para que los clientes se den cuenta de su pensamiento irracional podemos hacerles una serie de preguntas:

  • ¿Qué evidencia tienes?
  • ¿En qué sentido es cierto o falso eso?
  • ¿De qué otras formas puedes verlo?
  • ¿Qué consecuencias tiene positivas o negativas?



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